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martes, 23 de octubre de 2007

SEXO , DROGAS Y Q MAS¿?

Hay q saber q es una dorga y q efectos tiene------> pues afecta todo


Drogas para potenciar la sexualidad.....

Mucho se ha hablado de los efectos milagrosos de ciertas drogas en la cama. De cómo se logra potenciar el placer sexual bajo los efectos de alguna droga hipnótica o después de haberse fumado un porro. En cuanto al alcohol, se ha convertido en un ingrediente prácticamente imprescindible del cortejo. “Es la falta de amor la que llena los bares”, dice Lichis (‘La Cabra Mecánica’).

El alcohol, la marihuana o el hachís, como agentes desinhibidores, pueden favorecer el atrevimiento y vencer la vergüenza de los primeros contactos. Sin embargo, a la larga se antojan poco efectivas las artes de seducción de pupila perdida y cara somnolienta que concede la marihuana; o el aliento a whisky, paso sonámbulo y hablar trabado de la borrachera.

Saldrían más a cuenta otros ardides, desusados por cándidos, como era aprovechar la botella mejor para hacerla girar en el centro de un corro mixto de preadolescentes y que la suerte repartiese la ruleta de besos. Que ya lo dice el autor de Mujeres: “Si quieres beber, bebe, pero si quieres hacer el amor, abandona la bebida”. Charles Bukowski, escritor, bebedor y mujeriego.

Son las estimulantes del sistema nervioso (véase anfetaminas, éxtasis o cocaína) las drogas que ostentan el mayor prestigio sexual. Las aplicaciones del acicate concreto son varias, pero el resultado sería siempre el mismo: convertirse en una máquina del sexo de proporciones inconcebibles para el hombre común.

Y en esta línea de recomendaciones, también hemos sabido de los efectos milagrosos de la falta de oxígeno en el cerebro en el momento del orgasmo, en favor de lo cual, muchos han optado por envolverse la cabeza con una bolsa de plástico, situación en la que han sido hallados autoasfixiados en retretes públicos o pasillos del metro.

Aparte del perjuicio que las drogas ocasionan en el sistema nervioso central, lo que afecta directamente a la excitación y a la capacidad eréctil, lo cierto es que su efecto es más bien sustitutivo del sexo, y no complementario. Finalmente el consumo de drogas deriva en la inapetencia, cuando no en la impotencia sexual.

El caso de la heroína es particularmente gráfico. A menudo comparada con un orgasmo, sus usuarios defienden que las sensaciones con la heroína son más intensas y placenteras que con el sexo, al que finalmente renuncian. “Coge el mejor orgasmo que hayas tenido, multiplícalo por mil y ni siquiera andarás cerca”, sentencia el protagonista de Trainspotting. Los análisis de plasma en consumidores de heroína revelan niveles ínfimos de testosterona en sangre.

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